miércoles, 18 de agosto de 2010

Frederic Marten: Observations made in greenland and other northen countries, the 1671 whaling expedition of the Jonas in the whale


Friderich Martens 1635 - 1699 fue un médico alemán y expedicionario, que en 1675 publicó el libro Spitzbergische oder Groenlandische Reise-Beschreibung, gethan im Jahre 1671, un diario de su expedición en barco ballenero por el mar de Noruega y Groelandia, en donde publicó documentación sobre especies animales y vegetales locales, así como los usos y modos de los barcos balleneros. No se sabe mucho de su vida personal, sí que vio en vida su libro traducir al italiano, holandés e Inglés.

El libro publicado en una traducción al inglés contemporáneo en 2008 por Ediciones Winogard, es parte del proyecto editorial independiente argentino fundado por Alejandro Winogard, que busca difundir libros medievales, renacentistas, así como diarios de expediciones a regiones polares. Para la traducción se basaron en una copia guardada por La Colección Reservada del museo del Fin del Mundo, en Usuahia. tengo entendido que también hay una versión en castellano de 2007, como parte del mismo proyecto del museo. La traducción es excelente, y estuvo a cargo de María Ines Castagnino, algo por cierto curioso, cuando compré este libro me sorprendió que ella, que fue profesora mía de Literatura Inglesia (UBA) lo había traducido. Es una edición elegante, de buen papel y esta acompañada con un anexo de ilustraciones, estimo, del propio Marten. El sello Winogard tiene además dos títulos bien interesantes, Rimas de Dante Alighieri y Anatomía de la melancolía de Robert Burton que próximamente pienso comprar, leer y criticar.


El diario de Marten relata su viaje por el mar de Noruega desde su partida en el río Elba, durante crece semanas, desde la primavera hasta el otoño, navegó con la tripulación del Jonas in the whale, hicieron puerto en Spitsbergen, la isla mayor del archipiélago de Svalbard. Svalbard es una isla septentrional de Noruega, llena de osos polares, escasamente habitada, posiblemente conocida por los vikingos, pero formalmente descubierta por el explorador Willem Barrents en 1596. Ahora en 1671, el mar del norte albergaba saludables poblaciones de ballenas, como ballenas de Groelandia y ballenas francas glaciales. Hasta entonces la cacería de estos catáceos era artesanal y local, y dado los nuevos usos de su grasa, huesos y carne el negocio de los balleneros estaba creciendo rápidamente, a medida que nuevas utilidades se le descubría a los cuerpos de estos animales. Marten va registrando como son cazadas, descuartizadas y guardadas en toneles. Martens registra tambien distintas variedades de plantas, algas, peces, aves, mamíferos y hasta estrellas de mar, tiene incluso unos bellísimos dibujos de los copos de nieve. No olvidemos que a pesar del calor del verano la industrialización no había comenzado y en 1650 se había llegado al mínimo de Maunder, por lo que los veranos a pesar de la luz perpetua eran fríos, de hecho relata que un hombre fue encontrado vestido, diez años de haberse perdido, sin que su cuerpo se hubiera corrompido.



En su viaje también hacen parada en Groenlandia y nuevamente Marten hace registro de las especies locales y también descripciones de las montañas, del mar, del hielo. Es mas en un capitulo cuenta como evitaba el mal gusto de la comida y la letanía del barco, caminado, tomando viento y mascando hierbas aromáticas, imaginen que los únicos cepillos eran las barbas de las ballenas, por lo que lavarse la boca para sacarse el gusto debía ser difícil.

Es un libro curioso, porque realmente Marten demuestra una gran curiosidad por la escasa fauna y flora de Svalbard, ademas es el primer registro de las especies de las islas, y también de los procedimientos de la cacería de ballenas. Es un poco cruel leer como se descuartizan a los animales y hasta hay melancolía en los relatos de los gélidos días de navegación. Es una rareza que en Usuahia tengan una copia de este libro, uno espera de bilbiotecas tipo Spitzbergische oder Groenlandische Reise-Beschreibung citada en Europeana, de donde obtuve algunas imágenes del libro, pero francamente pone en valor el patrimonio cultural de Argentina, que muchas veces por desconocimiento minimizamos.

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